viernes, 23 de octubre de 2009

Día XVIII

Punto de Quiebre.

Sé que a muchos se les cruzó un campo de tenis por la mente, a mi sinceramente se me cruzó la imagen de Patrick Swayze en la orilla mirando al horizonte mientras Keanu Reeves llegaba a impedir su búsqueda de la ola perfecta, una película, una forma de vida. Y sin embargo, de lo que realmente hablo es del punto de quiebre en nuestras vidas.

El punto de quiebre entre el trabajo y la familia, entre la familia y la pareja, entre la pareja y las actividades individuales. Todo tiene un punto de quiebre o debiera tenerlo. Un día decides salir mas temprano del trabajo, llegas a casa a buscar a tu hijo y pasas el resto de la tarde jugando con el. Experiencias que te hacen darte cuenta para qué trabajas tanto. Pero solo durante un instante esa experiencia es capaz de quedarse grabada en tu mente, y convertirse de un sencillo momento para recordar a un punto de quiebre en tu vida, para transformarlo finalmente en una forma de vida y grabarla en tu corazón.

No hay nada de malo en crear momentos para recordar, todo lo contrario. Para crear momentos para recordar hay que ser bueno, para sentir experiencias de vida hay que ser mejores, pero como versa Silvio Rodriguez emulando a Bertolt Brecht en Sueño con Serpientes.... lo trascendental es ser de los imprescindibles.


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