sábado, 16 de julio de 2011

Quince Rosas Rojas

Quince Rosas Rojas



Atardecía muy temprano, quizás porque la Luna no quería perderse la ceremonia, quizás porque el Sol no quería dañar tu tersa piel con su radiante energía, quizás porque aquella ancestral pareja de enamorados bendecidos por Nguenechén habían decidido reconciliarse y regocijarse en aquella tarde de invierno, tranquila y calmada.


Al verte supe quién eras, en tu radiante rostro se reflejaba la paz y serenidad de Kuyén, suave, dulce, tierna. Observarte mil y una veces son un deleite para el alma, y a la vez una encrucijada, un laberinto de preguntas y respuestas, como las mil y una historias árabes de Medio Oriente, como mil y una cajas encerradas una dentro de la otra.


Descubrirte y amarte, un placer que tomaría una eternidad o tal vez quince, quince décadas, quince milenios, quince inviernos, quince rosas. Cada una simboliza una era de conocimiento, una etapa de descubrimiento, un ciclo de enamoramiento, un año mas de vida, de luz y crecimiento en esta larga carrera que hoy empiezas.


Aquel día las quince rosas eran blancas, blancas como la Luna, blancas como el espíritu puro, como el alma estéril, como la bella Kuyén de los primeros días que abría sus ojos a este mundo viendo todo lo bueno de el, cegando todo lo malo de el, y aprendiendo día a día a amar y a vivir por el, sellando cada ciclo con una rosa roja.


Hoy son quince rosas rojas, quince ciclos, quince inviernos, quince milenios, quince sellos de tu corazón, cada uno simboliza un aprendizaje nuevo, una historia nueva que contar, un escalón en la forja de tu personalidad que podría haber cambiado al ver la realidad, pero que decidiste mantener como al principio: suave, dulce, tierna.


Feliz Cumpleaños Sarah.