domingo, 13 de mayo de 2012

Oda a tu Fortaleza


Parado como estaba en aquel paradero de la J12 una imagen llamó mi atención y durante varios minutos dejé de prestar atención a la conversación que sostenía con mi amigo para sumergirme en la profundidad de mis pensamientos y en el asombro por la fuerza inagotable de la raza humana ante ciertas situaciones.

Es común ver en televisión y asombrarse con escenas de insectos levantando sesenta veces su propio peso, pero pocas veces reparamos en nuestras propias capacidades y hazañas rutinarias, a menos que se trate de una desgracia de proporciones. Lo de hoy es algo rutinario, algo que sucede todos los días y a muchas personas, algo que demuestra la fortaleza interior que todos llevamos dentro y que algunos utilizamos mas que otros. Lo de hoy comprueba por millonésima vez el grave error en el que estaba quien alguna vez osó inventar la frase: "el sexo débil".


Es curioso el paradero de la J12, inmerso en la ciudad y a varios kilómetros de casa, pero casi todas las caras que conforman la fila son familiares, algunas mas que otras, pero todas personas conocidas al fin. Yo conversaba tranquilamente con mi amigo cuando 2 personas mas atrás, ella se coloca en la fila. No sé como se llama, pero nos conocemos lo suficiente para intercambiar un saludo. En brazos llevaba a su hijo de unos 6 años, que se había quedado dormido, seguramente de tanto caminar, o quizás simplemente por los treinta y tantos grados de calor que nos llovían del cielo. ¿Cuanto puede pesar un niño de 6 años en estado inerte? ¿20 kilos? ¡20 Kilos al hombro! y ella inmutable de pie parada en la fila durante 15 minutos sin que se le note el mínimo gesto de dolor. Pensé durante esos 15 minutos como ayudarla, ¿le ayudo a cargar a su hijo?, lo mas seguro es que no lo permitiría, ni ella ni su hijo. Nada que hacer, por lo demás, parecía sufrir yo mas que ella. Pensemos mas allá, yo la vi 15 minutos, ¿cuanto tiempo mas llevaría su preciada carga al hombro? y ¿cuanto tiempo mas sería capaz de llevarla si se decidiera o tuviera que hacerlo? De seguro me asombraría con la respuesta. Pero, ¿sería yo capaz de hacer lo mismo? He estado en ocasiones algo similares y recuerdo el dolor que me producía la situación, no veía pasar los minutos para acortar los metros que me llevaran a casa a descansar, y finalmente la queja y la promesa de no hacerlo mas. Pero también recordé muchas conversaciones con mi esposa cuando estuvo en situaciones similares...

...así que decidí hacer un ejercicio: unir mentalmente todas las conversaciones de algún evento similar para crear una película y cual viaje astral, retroceder en el tiempo y el espacio para observar mi producción desde el palco:


"10 de la mañana: mi hija pequeña ("solo" 10 kilos) en un brazo, el coche en el otro y la sonrisa en el rostro. J12 camino al centro. Estación de Metro para hacer la conexión. Escaleras abajo, escaleras arriba. A armar el coche, colocar a la niña y empezar la búsqueda. Hasta aquí todo bien. Mediodía, el sol aumenta el castigo sobre nuestras cabezas, la búsqueda continúa, pero en el camino hay que beber y comer algo, que la niña no se aburra pues se complica la travesía y comunicarnos por teléfono para saber que todo va bien con el resto de la familia. 2 de la tarde y ya con nuestro objetivo cumplido, hay que volver a casa antes de que los niños salgan del Colegio, cansada por el trajín, pero con la meta cumplida se inicia el regreso a casa con mas carga para los hombros. Los mismos pasos, las mismas escaleras, pero mas gente, mas calor, mas cansancio. Llegamos por fin al paradero de la J12, pero la niña se ha quedado dormida en el metro, así que hay que tomarla en brazos, cargar con ella, con el coche, con las bolsas que compramos, subir las escaleras, caminar hasta la fila, y encontrarnos 2 personas mas adelante con esa persona, de quien no sabemos el nombre, pero nos conocemos lo suficiente para intercambiar un saludo."

Increíble, extraordinario, asombroso, notable.


 F E L I Z   D Í A   M A M Á

jueves, 22 de marzo de 2012

1er Camping Junior 2012

Pedro y Jose se conocen hace muchos años, a pesar de las diferencias, se podría decir que son grandes amigos, y como tales, discuten, juegan, comparten, se ríen, y a veces, por supuesto, pelean.

Este año Pedro se ha enterado que se está organizando uno de esos campamentos de verano, a el le entusiasma la idea, sueña con ser scout, y esta es una de esas oportunidades en las que puede probar la vida de un scout, y que mejor que ir con su mejor amigo, así que conversó con Jose y lo convenció de asistir juntos. Aquí comienza la gran aventura, algo que ninguno de los dos amigos soñaba con vivir está a punto de suceder.

"Aquél sábado desperté con la alarma de mi teléfono, cosa rara pues suelo ganarle siempre a mi despertador, pero la noche anterior (y creo que varias noches antes) no había podido dormir bien con el entusiasmo del campamento. Aún con sueño, fui a buscar a Jose rápidamente para no llegar tarde al Colegio, por suerte mamá tenía hechas las maletas, la carpa, el desayuno y hasta el olor del almuerzo de ese día se abría paso desde la cocina hasta mis sentidos. Creo que a Jose le paso lo mismo, pues aún dormía cuando llegué, pero no tardó en levantarse e ir por sus cosas que habían quedado preparadas la noche anterior.

En el Colegio poco a poco fueron llegando los vehículos con los campistas, el grupo se hacía cada vez mas bullicioso en esa fría mañana, como si los decibeles provenientes de nuestras cuerdas vocales fueran a elevar la temperatura del ambiente, aunque la verdad esa mezcla de nervios y expectativa que despedía cada campista eran suficientes para olvidarse del frío de la mañana. Llegó la hora de la partida, los besos y abrazos quedaron atrás junto a nuestras madres que nos despedían entusiasmadas, y un tanto temerosas también.

A las 10 de la mañana llegamos a nuestro Campamento Base, un letrero de madera no tratada que colgaba de lo alto del acceso de troncos, cual ingreso a Jurassic Park, nos daba la bienvenida con sus letras que dejaban ver la inscripción "DIAGUITAS" tallada en bajo relieve. Se abrieron las puertas de los vehículos y como si hubiéramos estado aprisionados durante horas sin poder movernos salimos todos disparados en todas las direcciones posibles, tanta era la emoción que hasta de desayunar nos olvidamos, y si no es por la insistente llamada de los mayores, pasamos esa etapa sin mayor miramiento. Pero sirvió juntar el rebaño bajo un mismo techo, pues no todos teníamos claro a que veníamos, o quizás la situación era mas confusa, y en realidad cada quien tenía su propia expectativa para este fin de semana. Lo cierto es que nos dejamos llevar, la gente que organizó este campamento sabe lo que hace, así que para que intentar inventar la rueda, es mejor pasarla bien y divertirse. Y de hecho fue así, no tardó en asomarse un gran toldo rojo al lado de un viejo árbol que mas que dar contraste al paisaje, marcaba nuestro punto de reunión, el centro de toda actividad. El primer llamado no se hizo esperar, todos acudimos como si tuvieramos experiencia en el tema y formamos un gran círculo sin darnos cuenta, al centro del cual, nuestro guía daba la bienvenida oficial y explicaba las reglas que nos iban a gobernar las próximas 30 horas, al término de lo cual la primera sorpresa aparece en escena: hay que dividirse en 2 grupos para las competencias. ¿Competencias?. Así es, durante los 2 días cada uno de nosotros pertenecerá a un equipo, amarillo o verde, y tendremos que esforzarnos individualmente y trabajar juntos para poder ganar puntos para nuestro equipo. Sin mas discusión, empieza el sorteo y nos entregan nuestra camiseta. Por suerte, Jose y yo quedamos en el mismo equipo (pensé), pero mas tarde me di cuenta de la ecuación matemática correcta: 18 amarillos +18 verdes = 36 amigos.

Aún disfrutábamos los regalos cuando nos anuncian el primer concurso: El Armado de Carpas: 3, 2, 1, AHORA! Una masa verde amarilla se desplazaba por el sector desarmando los bolsos, tirando las estacas a un lado, tratando de estirar las carpas y unir las varillas del armazón lo mas rápido posible.... ¡Dale dale, tu de allá, no espera, ya tengo una varilla lista, bueno bueno, pásala rápido por la ranura.... un momento, ya, ahora si, vamos mas rápido..... sostenla sostenla...... ahora si, vamos a la una a las dos, ahora..... ¡BIEN!.... ¡Faltan las estacas! ..... El suelo está muy duro..............Una piedra, una piedra......... Listo ¡terminé! ¿¿A quien ayudo????.... Aquí Aqui!!!! VAMOS AMARILLOS!!!! VAMOS VERDES!!!!! Quien falta??? Quien Falta????? YA!!! A CORRER, A CORRER!!!! Al toldo rojo!!!! UNO......DOS..........TRES.................... ¡ ¡ ¡ ¡ ¡V E R D E S    G A N A M O S ! ! ! ! !

Al final del juego, la camaradería se restablece y todos ayudando a todos a terminar de armar las carpas faltantes. El descanso después de la agitación obligaba a terminar con las labores.... colchones inflables, sacos de dormir, mochilas, todo en orden para la siguiente actividad.

Nuevamente el llamado a juntarse en el segundo círculo del campamento, dos verdes llegaron tarde ocasionando que descontaran 10 puntos a su equipo. De pronto uno de los guías se para al centro y empieza a hablar sobre el Bullying. Fue una sensación extraña, pues muchos no nos lo esperábamos, pero la charla fue entretenida y amena y la mayoría participó dando su opinión, comentario, contando alguna anécdota, etc... enseñamos y aprendimos... la lección mas importante.......: mientras Jose y yo seamos amigos y nos tengamos confianza, no hay cabida para el bullying.

Hora de correr: Un balón al aire y un grito que dice: "Estados Unidos" hace correr despavoridos a los 36 en todas direcciones. De pronto uno de nosotros se da cuenta que debe volver por el balón y el grito de STOOOOPPPP no se hace esperar. Una versión extraña de Las Naciones se daba lugar en Picarquín, en la que poco a poco la estrategia para eliminar al otro equipo empezaba a maquinar en nuestras cabezas.... el resultado final: 36 niños divirtiéndose a mas no poder, y los verdes nuevamente se llevan los puntos de la competencia. Con tanto correr, el hambre empieza a hacer de las suyas, así que nos preparamos para disfrutar del rico almuerzo que nuestras madres habían echado en las maletas. Una verdadera ensalada de alimentos sobre la mesa y la magia sigue haciendo de las suyas: de pronto todos los alimentos empiezan a mezclarse sobre las largas mesas como si de un banquete real se tratara y mágicamente todo era de todos. Las risas y las conversaciones solo eran calladas por el sonido del gas saliendo de alguna botella de bebida.

Satisfechos aún con el almuerzo, pero lejos de estar cansados, esperábamos con ansias la siguiente actividad,la que no tardó en llegar: Alcance las Estrellas anunciaba el Guía. Sobre un panel brotaron 73 estrellas de todos los colores y los equipos formados en fila india se turnaban por develar durante un minuto la mayor cantidad de incógnitas que se escondían detrás de aquel firmamento. ¿Como se llama el caballo del Llanero?..........¡SOLITARIO! ........ Nooooooooo!!!!!!!!........... ¿Donde queda la Torre de Pisa?........¡EN FRANCIA!.... ¿QUEEEEEEE?........... Preguntas iban y venían y los puntajes siempre parejos, pero alguién tenía que ganar, y en esta oportunidad los amarillos hicieron gala de su destreza para quedarse con los 100 puntos. La entretenida hora cultural había llegado a su fin y la tarde daba paso para uno de nuestros juegos favoritos: ¡Las Quemadas! Con mucha destreza uno a uno los participantes fueron siendo derribados, e iban cayendo al igual que la noche. Y junto con ella, se empiezan a encender las parrillas. Todos a la ducha y a prepararse para el frío de la noche. Uno a uno fuimos llegando nuevamente al comedor a disfrutar de un entretenido asado y una exquisita conversación.

Mientras algunos iban preparando los leños para la fogata de la noche, el resto se abrigaban para la Caminata Nocturna, con linternas en mano y mucha alegría recorrimos los distintos parajes del lugar durante una hora, tiempo suficiente para que los guías escondieran los huevos para la siguiente actividad: La Búsqueda del Tesoro Nocturna. Seis huevos escondidos en todo el campamento base por cada equipo contenían en su interior trozos de un mensaje que teníamos que descifrar. Linternas en mano, a la voz de 3 salimos todos corriendo por el lugar en la desesperada búsqueda. En la mitad de la noche de pronto se oía "Encontré uno" "¿Donde estas?" "Aqui aqui"............ "¿Cuantos tienen?"...... Uno a uno los huevos iban saliendo de su escondite a las manos de los campistas............ "LO TENGO LO TENGO..... EL ULTIMO" Todos corriendo a la mesa central a juntar los papeles para descifrar el mensaje, y.................. Los AMARILLOS ganan esta vez.

Con solo 20 puntos de diferencia, nos juntamos alrededor de la Fogata a disfrutar de los últimos minutos que nos regalaba la noche. Todos visiblemente cansados, solo reaccionábamos al calor del fuego cada vez que se movía de un lado al otro. Asamos unos cuantos malvaviscos al compás de una guitarra y unas tímidas voces que a penas se animaban a cantar."

Llegó la hora de dormir.

A la mañana siguiente, Pedro despertó antes que Jose. Cuando fue a verlo, estaba tan plácidamente dormido que no fue capaz de despertarlo, así que decidió salir en búsqueda de algo para tomar. Aún no había despertado nadie, pero no pasaron mas de 10 minutos cuando se empezaron a asomar algunos cuerpos entre los cierres de las carpas. La mañana estaba espléndida, iluminada, despejada, con un toque de aquel frío matinal queriendo meterse debajo de la piel, pero que el sol en la cara terminaba por ahuyentar. La leche, el pan, las bebidas y jugos, fueron desfilando de los coolers hacia la mesa y después hacia los comensales que entre bostezos y estiramientos llegaban dando los buenos días.

"¡JOSE! ¡Buenos días! Yo ya desayuné, ¿te sirves algo?.   El desayuno en el campo es de esas cosas que lo hacen entender a uno por que los campesinos no van a vivir a la ciudad. Con el solo ruido del viento en los árboles y el calor del sol anunciando la temperatura máxima del día, vamos desfilando de las carpas a las mesas, de las mesas a los baños, de los baños a las carpas, para finalmente volver a las mesas listos y equipados para la caminata matinal. Esta vez camino al cerro, a escalar. Como si el ejercicio del día anterior no contara, el entusiasmo nos hizo ponernos en pie nuevamente y empezó la marcha. Verdes y amarillos mezclados siguiendo una fila india como hormigas gigantes en busca de azúcar, uno tras otro íbamos marchando hasta los pies del cerro. Jose y yo íbamos juntos a la cabeza del pelotón, en cada descanso parábamos a esperar al resto del grupo, y así continuamos todo el camino hasta la cima, donde la imagen de una virgen nos esperaba con los brazos abiertos, como agradeciendo la visita. Luego de contemplar la vista y tomarnos muchas fotos, el camino cuesta abajo se hizo mas fácil, pero no menos alegre por cierto.

Al llegar al campamento nuestras carpas esperaban tristes por que se acercaba el final del día, aunque para ser sinceros, nunca nos dimos cuenta de aquello. La preparación del asado para el almuerzo no se hizo esperar, mientras nos preparábamos para la última competencia física del camping: La Captura de la Bandera. La magia hizo que nuestro campamento base se convirtiera de pronto en un campo de batalla de aquellos de la época medieval. Una bandera identificaba nuestro territorio y había que defenderla del enemigo, mientras nuestro grupo de avanzada preparaba la estrategia para el asalto al Reino enemigo. ¿Listos? 3............... 2................. 1..... ¡¡¡AHORAAAAAAA!!! Despavoridos y sin dirección ni orientación, corrimos todos de un lado al otro,en el primer asalto los amarillos hicieron gala de su velocidad y lograron capturar la bandera de los verdes y volver a casa antes que ellos, a costa de 2 bajas en sus filas. Punto para los verdes. Extenuados de tanto correr, nos dimos cuenta que ese no era el mejor camino. Empieza el segundo asalto y los verdes hacen gala de su superioridad numérica para hacerse de la bandera amarilla y lograr regresar a casa a salvo con tan solo una baja. Uno a Uno la cuenta y faltaban 2 asaltos mas para quedarse con los ansiados puntos. Pero el cansancio empezaba a pasarnos la cuenta, dando paso a la estrategia. Había que pensar y planear en conjunto la fórmula ideal. 5 minutos de descanso para que cada Reino se organice. El tercer asalto fue mucho mas estudiado, los ataques de lado a lado no eran suicidas sino mas bien muy bien planificados.... uno atacaba por la derecha y cuando le salían al alcance por la izquierda avanzaba otro guerrero, pero la defensa también se había organizado y aunque no se podía estar a menos de 2 metros de la bandera, era suficiente para custodiarla. Nadie lograba dar el golpe fatal, pero las bajas continuaban, y el camino se veía cada vez mas despejado, pero al mismo tiempo la energía era cada vez menor.... un ataque casi suicida de los amarillos deja libre su bandera y da como respuesta automática el contragolpe verde.... con todo al descubierto, el mas rápido iba a ganar, y esos fueron nuevamente los amarillos: 2 a 1. Diez minutos de descanso esta vez se hicieron necesarios, y el juez dictamina que se activa la ley de resurrección: cada equipo puede revivir a 2 de sus guerreros para la siguiente batalla. Con los nuevos aires salen nuevamente los guerreros a terreno a jugarse la vida. La experiencia los hacía verse mejor parados en el terreno, el trabajo en equipo impedía que el enemigo pudiese acercarse a la bandera propia. Algunos intentos verdes llegaron a tocar la bandera amarilla pero no lograron volver a casa con ella. Empiezan las bajas. Otro intento verde fallido. De pronto, casi en simultáneo se produce un ataque doble. Verdes corriendo hacia la bandera amarilla. Amarillos corriendo a la bandera verde. Estos últimos logran burlar la defensa contraria y toman la bandera. En el consciente colectivo de los verdes aún latía la pérdida del punto anterior, por lo que deciden abandonar el ataque para volver a la defensa de su bandera, pero en un movimiento sincronizado del guerrero amarillo casi a punto de ser capturado logra darle la bandera a un colega que completa la misión. ¡¡¡PUNTO PARA LOS AMARILLOS!!!

Extasiados, emocionados, con ganas de seguir jugando, felices, felices, felices.....

Así nos fuimos a refrescar y lavarnos para el almuerzo, el que disfrutamos aún entre comentarios de la última actividad realizada.

El día iba llegando a su fin y junto con el nuestro campamento, y nosotros seguíamos sin darnos cuenta de aquello. Después de desarmar las carpas y dejar ordenadas nuestras mochilas, nos juntamos para el último círculo: la hora final había llegado, cada uno de nosotros había escrito frases sobre el otro y ahora tocaba descubrirlas y leerlas para identificarnos los unos con los otros..... Cosas cómicas salieron, algunos secretos se supieron, anécdotas para la vida nos quedaron.

Un merecido relajo en la piscina antes de volver a casa nos dio a entender que el tiempo se había terminado, que las 30 horas habían llegado a su fin. Las imágenes empezaron a venir a mi cerebro a mil por hora, como si quisiera hacer un recuento de todo lo vivido para no dejar escapar ni un instante.... de pronto me pareció que habíamos estado juntos una semana y al mismo tiempo tenía la sensación de que habían sido solo un par de horas. Tenía ganas de preguntarle a Jose como lo había pasado, tenía ganas de decirle como lo había pasado yo, pero no encontraba las palabras para expresar todo lo que sentía....... piensa.......piensa...... De pronto, y ya de regreso en casa mi corazón decidió controlar mis emociones y expulsar las palabras que mi mente no era capaz de pronunciar.......... fui directo donde Jose y le dije: "Lo pase muy bien el fin de semana, fue increíble, tenía muchas ganas de compartir esto contigo y lo que recibí fue mucho mas de lo que esperaba", a lo que el respondió con la sonrisa en el alma: "Yo también lo pasé genial papá, te amo mucho"."



No hay cámara capaz de captar las caras de cansancio y satisfacción de todos los que asistimos, recibí comentarios en grupo y también individuales de padres eternamente agradecidos con la oportunidad, y ninguno es más ni es menos que la sensación que yo mismo viví con mi hijo y con sus amigos, hoy mis amigos también.

Esa noche de domingo habían 18 casas en las que se comentaba lo mismo y con el mismo entusiasmo, y la mañana del lunes despertamos adoloridos de felicidad aún incrédulos con la experiencia vivida. ¿y los ganadores? ¿verdes? ¿amarillos?, pues aunque suene a cliché, al final ganamos todos, quizás los padres mas que los hijos, aunque quizás nunca lo sabremos...

Será hasta el próximo año.




sábado, 16 de julio de 2011

Quince Rosas Rojas

Quince Rosas Rojas



Atardecía muy temprano, quizás porque la Luna no quería perderse la ceremonia, quizás porque el Sol no quería dañar tu tersa piel con su radiante energía, quizás porque aquella ancestral pareja de enamorados bendecidos por Nguenechén habían decidido reconciliarse y regocijarse en aquella tarde de invierno, tranquila y calmada.


Al verte supe quién eras, en tu radiante rostro se reflejaba la paz y serenidad de Kuyén, suave, dulce, tierna. Observarte mil y una veces son un deleite para el alma, y a la vez una encrucijada, un laberinto de preguntas y respuestas, como las mil y una historias árabes de Medio Oriente, como mil y una cajas encerradas una dentro de la otra.


Descubrirte y amarte, un placer que tomaría una eternidad o tal vez quince, quince décadas, quince milenios, quince inviernos, quince rosas. Cada una simboliza una era de conocimiento, una etapa de descubrimiento, un ciclo de enamoramiento, un año mas de vida, de luz y crecimiento en esta larga carrera que hoy empiezas.


Aquel día las quince rosas eran blancas, blancas como la Luna, blancas como el espíritu puro, como el alma estéril, como la bella Kuyén de los primeros días que abría sus ojos a este mundo viendo todo lo bueno de el, cegando todo lo malo de el, y aprendiendo día a día a amar y a vivir por el, sellando cada ciclo con una rosa roja.


Hoy son quince rosas rojas, quince ciclos, quince inviernos, quince milenios, quince sellos de tu corazón, cada uno simboliza un aprendizaje nuevo, una historia nueva que contar, un escalón en la forja de tu personalidad que podría haber cambiado al ver la realidad, pero que decidiste mantener como al principio: suave, dulce, tierna.


Feliz Cumpleaños Sarah.

lunes, 20 de junio de 2011

Los Extra-Terrestres



La invasión

(Cuento)


Había una vez un niño llamado Alex, Alex tenia mucha suerte excepto por un día que caminaba por el parque y vio un ovni, el ovni estuvo 2 segundos sobre el parque y se fue, Alex se asusto mucho y fue corriendo a su casa, le dijo lo que vio a toda su familia pero ellos no le creyeron, entonces regreso al parque y vio esta vez 10 ovnis que se quedaron por un minuto y se fueron a la velocidad de la luz, esta vez Alex fue corriendo a la estación de policía y les dijo todo lo que había visto en el parque pero ellos no le creyeron y se burlaron de el.

Entonces regresó al parque y vio a un extra-terrestre, él se acerco y le dijo que si no les pasaban a una persona cualquiera en 1 mes mas los invadirían y los matarían a todos, el extra-terrestre se fue y nadie lo vio. Alex le contó a todo el mundo lo que le dijo el extra-terrestre y no le creyeron, cada vez que lo veían se burlaban de el.


Pasó el mes de plazo y apareció un ovni en el parque, y cada vez que pasaba una hora llegaban 10 más. Al pasar 10 horas las personas se dieron cuenta de que Alex tenia razón, ellos no sabían que hacer y empezaron a correr por todos lados pensando en una solución.

Hasta que al fin un niño pensó en preguntar a los extra-terrestres que querían a cambio de que no los maten en este planeta, todos pensaron que era buena idea y lo hicieron, le preguntaron a un extra-terrestre y el les dijo que querían a una persona para hacerle experimentos y nada mas. Todos pensaron a quien podían entregarles, se acusaban entre ellos y decían cosas feas como: “que se lleven al anciano, de todas formas el va a morir”, “mejor que te lleven a ti que eres un vago”, “que se lleven al niño molestoso” y así seguían discutiendo para salvar su propia vida.


Se demoraban tanto que los extra-terrestres decidieron comenzar la invasión, primero hundieron Atlantis, inclinaron la Torre de Pisa, después enviaron a su mascota, “el Chupa-cabras”, para que matara a todos los animales y cuando iban a lanzar las bombas atómicas a todas las ciudades del planeta…


…Alex se interpuso y dijo: ¡ya basta!, los extra-terrestres se detuvieron, Alex dijo: yo me sacrifico, llévenme y no hagan más caos en el planeta. Los extra-terrestres se lo llevaron y todos los amigos y los papas de Alex lloraron porque lo habían perdido tal vez para siempre.

Pasaron 10 años y un ovni apareció flotando en el cielo, todos lo miraron sin saber que hacer. De pronto se abrió la compuerta y bajó un extra-terrestre con un joven, era Alex. Todos se sorprendieron al verlo y nunca más se supo de los extra-terrestres.


F I N

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La leyenda sobre los extraterrestres y los desastres del mundo

¿Alguna vez te has preguntado por qué ocurren los desastres del mundo? o ¿Cómo o quien los hacen? Pues aquí tienes la respuesta:

Los extra-terrestres siempre nos piden cosas, pero nosotros nos negamos, como por ejemplo en el año 9.600 antes de cristo los extra-terrestres le dijeron a Atlantis que no invadan Atenas y ellos no hicieron caso y trataron de invadir Atenas pero no lo lograron y los extra-terrestres como castigo hundieron su pueblo al fondo del mar.


Otro ejemplo es que en el año 1173 los extra-terrestres le pidieron a los Italianos que les hicieran un monumento pero ellos se negaron e hicieron la torre de pisa, los extra-terrestres se enojaron y mandaron a unos extra-terrestres muy fuertes que la inclinaran, y lo lograron.


Y por ultimo “los terremotos”, esta vez los extra-terrestres le pidieron a todo el mundo que no destruyan los árboles de la selva porque ellos lo utilizan como combustible, pero los humanos decidieron no hacer caso, los extra-terrestres se enojaron tanto que decidieron mandar a una de sus mascotas gigantes al “centro del planeta”, para que cada vez que los humanos no hicieran caso a un favor, ellos puedan enviar una carne gigante al centro del planeta, la mascota empezará a correr y generará temblores, por eso mientras más grande la carne más grande el temblor.


Por eso cada vez que hay un temblor es porque un humano no hizo caso al favor que le dijo el extra-terrestre.

F I N


jueves, 9 de junio de 2011

Papás al Día N°11 (JUNIO 2011)


“EL ESPÍRITU MANQUECURA ES LA PRUEBA
DE QUE TODOS PUEDEN ALCANZAR EL ÉXITO”

Familia Tang Leiva, Manquecura Ciudad de Los Valles.

Felizmente casados hace 15 años, el matrimonio compuesto por José Francisco Tang Muñoz y Mónica Leiva Barco, tiene actualmente a sus tres hijos en el colegioManquecura Ciudad de Los Valles.

La familia Tang Leiva llegó a vivir a Ciudad de Los Valles en el año 2006 buscando mejorar su calidad de vida en familia. José Francisco trabaja en el Aeropuerto de Santiago y deseaba acortar sus tiempos de traslados para estar más tiempo con su esposa e hijos, por lo que la elección del colegio vino de la mano con el cambio de casa. Manquecura Ciudad de Los Valles estaba sólo a cinco minutos de su nuevo hogar.

En esos años, su hija Sarah ingresaba a 4º Básico y el pequeño Jeremy daba sus primeros pasos escolares en Kínder. Actualmente, Sarah se encuentra en Iº Medio, Jeremy en 5º Básico y el “conchito” de la familia, la pequeñaValerie, seguirá el paso de sus hermanos el próximo año, cuando ingrese a Pre-Kínder.

La familia Tang Leiva destaca el hecho de que el colegio los hace sentir partícipes de la educación y formación de sus hijos. “Las puertas del colegio siempre están abierta, los docentes son súper cercanos a los niños y a nosotros como apoderados”, señalan.

Otro de los aspectos que los identifica con el colegio, es la creación de espacios como el CAMPUR. Para ellos, es fundamental que el colegio se haya atrevido a“quitar la clásica estructura piramidal de la directiva de curso y a crear una estructura innovadora que permite realmente la participación masiva e integral de los alumnos”. A lo anterior agregan que, en instancias como ésta, se puede ver que “el espíritu Manquecura es la prueba de que todos pueden alcanzar el éxito, no sólo académico, sino también valórico”.

José Francisco Tang fue distinguido el año 2011 con un premio al "Mejor Apoderado del Colegio", situación que dice lo tomó por sorpresa y que lo llena de orgullo. “Cuando uno trabaja por los niños, lo hace sin esperar recibir un reconocimiento a cambio. Sé que hay muchos apoderados que trabajan tanto o más que yo por sus hijos y que sintieron, con este reconocimiento, que el colegio no es ajeno a todo el esfuerzo que desplegamos”, comenta.

Al ser consultada su opinión sobre aquellos padres y apoderados que aún no se involucran activamente en la relación familia-colegio, José Francisco realiza un llamado: “se están perdiendo de una experiencia maravillosa; la posibilidad de involucrarse en la educación de sus propios hijos es invaluable y nuestro Colegio ofrece esa posibilidad”. “Esto es una gran familia, en la que nuestra opinión vale y por eso es importante no quedarse fuera”, agrega.

Finalmente, el matrimonio declara sentirse feliz e identificado con Manquecura Ciudad de Los Valles.“Estamos 100% comprometidos con el colegio”, concluyen.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Alan Parsons Project en Chile

Pura Música. O bien, para ser justos: ¡Música Pura!

El OJO de RA: El Estado Perfecto, El Orden, Lo Imperturbable.

Santiago, 10 de mayo de 2011, 21:30 horas. Un Teatro Caupolicán repleto, expectante y ansioso por que se apagaran las luces que salían de lo alto del escenario directamente a nuestros rostros, como queriendo ocultar lo que ocurría detrás. Yo esperaba impaciente, mis expectativas eran mas grandes que mi ansiedad, aún así, había entrado al recinto a las 20:00 horas, intentando despejar mi mente leyendo una novela de bolsillo (Asesinato en el Canadian Express), nada mejor para crear el clima interior previo a escuchar una sinfonía de notas musicales convergiendo en el ambiente antes de mezclarse con mis 5 sentidos.

La sincronización de la noche era perfecta, acababa de descubrir al asesino de Catherine Saks, cuando el Canadian Express entra a un túnel y quedamos a oscuras por unos segundos para instantáneamente escuchar un sin fin de sonidos electrónicos sobre el escenario, súbitamente me trasladé de vuelta a mi cuerpo para ver sobre el escenario a 3 buenos músicos en escena dando lo mejor de si. El grupo nunca supe como se llamaba, eran buenos, quizás algún día intente averiguarlo, pero hoy la misión es otra.

Cuando supe que tocaba Alan Parsons Project en Chile, de inmediato recordé grandes temas como Time, Game People Play, Eye In The Sky (con la infaltable introducción de Sirius), y otros tantos temas mas que los hicieron populares, pero también recordé la esencia de la banda: una gran banda de rock progresivo que tiene en su historial verdaderas obras maestras que alguna vez pasaron por mis neuronas y permanecen ahí, aletargadas esperando el momento justo, por eso, después de asegurar mi entrada, recorrí un poco la historia de la banda en los últimos años, deteniéndome en el Live in Madrid del 14 de mayo de 2004. De ahí en adelante no costaría mucho conseguir y repasar el set list, verdaderamente impresionante, con lo que mi expectativa creció aún mas, ahora centrada en deleitarme con temas mas sinfónicos como The Raven o The System of Dr. Tarr and Professor Fether.

Luces fuera, el público enloquece y las luces sobre el escenario anuncian el ingreso de la banda, uno tras otro, seguidos del Maestro Alan Parsons, cual Director de Orquesta hizo la venia al público que lo aplaudía y se ubicó en la parte mas alta del escenario. De menos a mas empiezan a escucharse las notas de I Robot, dando inicio al viaje estelar, seguida de The System of Dr. Tarr and Professor Fether, que marca el ingreso del gran P.J.Olsson en las voces. Don't Answer Me en la voz de Alan para animar al público general seguida de una espectacular interpretación de Luciferama que nos llevó de regreso a algún planeta lejano, la mezcla acústica de la guitarra con los teclados solo eran superados por los extraordinarios redobles de Danny Thompson en la Batería. Después de ese éxtasis un Breakdown anuncia el ingreso de uno de mis escritores favoritos (Edgar Allan Poe) interpretado en The Raven. Y cuando mi corazón aún latía al compás de los "nevermore nevermore nevermore" la paz se apodera del escenario y ante el delirio de todo el público presente, Olsson le pone gran sentimiento a la interpretación de Time...


I Wouldn't Want To Be Like You, One More River, Don't Let It Show y Damned If I Do me terminan de convencer de que lo que yo realmente venía a escuchar era a una extraordinaria banda de Rock Progresivo, que lejos de tener éxitos que el público reconoce y canta, son grandes músicos, capaces de tocar varios instrumentos a la perfección. El solo de bajo de Guy Erez, un sueño. La iluminación justa y precisa, perfectamente coordinada con la música que provenía del escenario. Impresionante la sensación que te produce oírlos interpretar el sólo de guitarra casi metalero de Alastair Greene y en el segundo siguiente estalla el saxo de Todd Cooper que baila entre el jazz y el blues al compás de los riff de batería, y cuando menos lo esperas, el teclado de Manny Focarazzo deja sentir su electrónica al servicio de tus oídos.

Alucinado aún por la experiencia acústica de la noche y sin negar que me emocioné con los estribillos de los temas conocidos de Alan Parsons Project, confieso que fui a escuchar la parte menos conocida y mas sinfónica de este gran grupo, y a estas alturas ya había recibido mi premio. Pero lo mejor estaba por llegar, superando todo aquello que pude imaginar, Alan anuncia que a solicitud de todos sus fans, decidieron incluir en los últimos recitales la suite The Turn Of A Friendly Card, el clímax de la noche estaba por comenzar, 16 minutos de interpretación de una obra maestra que tocaron íntegra y en forma magistral cada uno de los músicos que estaban sobre el escenario. Es la historia de un hombre que aburrido de su vida decide apostarlo todo para finalmente perderlo todo, un paralelo a la vida cotidiana.

El público de pie aplaudiendo durante minutos incrédulos ante la vivencia, los músicos agradecidos alimentando el alma con los aplausos, y cuando ya no puedes pedir mas el viaje nos lleva desde la psicodelia de Psychobabble a lo mas nuevo de Alan Parsons: All Our Yesterdays, seguida de las esperadas interpretaciones de Prime Time, Sirius y Eye In The Sky, como para calmar los latidos del alma y evitar alguna explosión cardíaca masiva. La noche no podía ser mas perfecta, los músicos se despiden agradecidos, la gente se pone de pie a aplaudir el talento y pedir mas, el viaje nos llevo a todos los parajes de cada uno de nuestros sentidos pero nos dejó en la melancolía, en la nostalgia de ese Ojo en el Cielo que todo lo ve, que todo lo siente.

Alagado y agradecido, Alan Parsons y su banda regresan para recordarnos que el Ojo de Ra está siempre presente, Old And Wise reconforta nuestros espíritus y nos deja marcada la lección, para finalmente levantarnos de nuestros asientos una vez mas, pero esta vez a saltar y bailar al compás de las notas de Game People Play, y el suspiro final consolando los sentidos.

"Mi dedicatoria especial a Christian y a todos los grandes amantes de la música que conozco. Dispongan de 17:55 minutos para poder ver estos videos completos (uno tras otro), y si alguna vez tienen la oportunidad de vivir la experiencia Alan Parsons Live Project, no lo dejen pasar."

"The Turn Of A Friendly Card"
The Turn Of A Friendly Card (Part One)
Snake Eyes
The Ace Of Swords
Nothing Left To Lose
The Turn Of A Friendly Card (Part Two)





ALAN PARSONS: Guitarra, voces, teclados y percusión
P.J. OLSSON: Voces
MANNY FOCARAZZO: Teclados
DANNY THOMPSON: Batería
GUY EREZ: Bajo
ALASTAIR GREENE: Guitarra
TODD COOPER: Voces y Saxo

viernes, 31 de diciembre de 2010

El Hombre Que Calculaba

Hace un buen tiempo por alguna razón empecé a buscar con ansias este libro, nunca me detuve a pensar por que de pronto tenías tantas ganas de leer nuevamente esta vieja novela, en efecto, es realmente buena, se las recomiendo a quienes no han tenido la oportunidad de disfrutarla, pero lo mío era algo mas profundo. Busqué en librerías, en internet, en cuanto sitio pude, pero sin éxito, así que volví a mis orígenes y le pedí a mi madre que me la buscara en mi Lima natal. De esto hace un tiempo ya, y cuando creí haber olvidado mi ansiada búsqueda, hace unos días, llega mi madre a visitarnos y me trae de sorpresa el anhelado libro. Acto seguido, a leerlo, y empiezan las matemáticas a hacer lo suyo, lejos de la coincidencia y mas cercano a la naturaleza misma del universo, cada pieza de mi rompecabezas va tomando su lugar al paso de las hojas.

Los libros tienen la mágica virtud de transportarnos a un mundo distinto, de absorbernos entre sus líneas haciendo desaparecer todo nuestro entorno real atrayendo parajes inimaginables a nuestro alrededor, y cual droga, se mete en nuestra mente pidiendo cada vez mas, en un círculo vicioso del que no se puede salir hasta alcanzar el ansiado final. Y a veces ocurre que en medio de ese viaje mágico, suena la música de nuestro sentir y danzamos al ritmo de cada palpitar, cual pieza de ópera clásica elevándonos a la gloria en sesenta segundos para después dejarnos caer en la profunda melancolía.

Cuando le puse SESENTA a mi blog no pensaba en este libro, sin embargo, hoy tiene sentido, curiosamente nunca escribí sesenta relatos, sino la misma cantidad que capítulos tiene esta novela, ¿coincidencia?, no, matemática, una ciencia de la que todos formamos parte y que rige nuestra existencia.

No les contaré sobre las aventuras de Beremis Samir, eso lo vivirán ustedes si deciden leer el libro. Mi experiencia es mas bien un tributo y un recuerdo, cuando Beremis se entrenaba contando las hojas de los árboles o las bandadas de aves, de pronto recordé donde vi este libro por primera vez: tendido sobre un velador verde como las hojas que contaba Beremis escuchando el canto de una pareja de canarios. A cada cálculo, a cada suma, a cada operación, venía a mi mente esa larga rectangular mesa de comedor que por las noches después de la cena se transformaba en nuestra sala de estudio, silencio absoluto, los cuadernos sobre la mesa, sólo rompían el silencio el sonido del lápiz sobre las hojas de nuestros cuadernos y los dedos gruesos de mi padre sobre la calculadora...

...las descripciones de Beremis al entrar al Palacio de Bagdad trajeron a mis sentidos una suave brisa y su perfume, aquel inconfundible aroma impregnado en esa manta que cada tarde velaba tus siestas... y la sensación que producía tu aliento en esas escasas ocasiones en que pude dormir a tu lado, en el Palacio de tus sábanas custodiado por aquel verde respaldar que coronaba el inmenso rosario de madera sobre nuestras cabezas...

...y mientras Beremis recorría los pasillos que llevaban al trono real, mi corazón caminaba hacia tu altar...

Las matemáticas son una ciencia maravillosa y tú lo sabías. Debí tener 10 años cuando me diste de beber los cálculos de esta novela, que leí entusiasmado y asombrado por las experiencias de Beremis, pero nunca supe, hasta hoy, por que siempre quedaron en mi mente aquellos cálculos y las infinitas soluciones a cada problema. A mis 40 años, tú habías calculado que todo esto volvería a mi, que el legado tenía que continuar. Descansaste sabiendo que la tarea estaba hecha, pues aunque todo se vuelva cenizas, como hizo Genghis Kan con Bagdad, convirtiendo en ruinas todo rastro de cultura y civilización, la enseñanza está dentro de mí, por que tu la pusiste ahí.

Quizás también calculaste que esta novela no la iba a encontrar por mi mismo, sino que, una vez mas, como tantas otras, tu esposa, mi madre, fue quien nuevamente, te traería a mi.

Si el 13 y el 16 tienen una amistad cuadrática y el 6 y el 28 son números perfectos es por que tu estuviste a mi lado el tiempo necesario, es por que tu misión está cumplida y ahora empieza la mía, es por que tú, padre, eres Mi Hombre Que Calculaba.



Seguir tu camino, Quiero.
Continuar tu misión, Debo.
Ser un hombre grande, Puedo.