martes, 6 de octubre de 2009

Día I

Que distinto despertar... imagino la década de los sesenta o trato de recordar los setenta cuando yo era niño, y cruzan por mi mente un sin número de imágenes. Hoy la vida es distinta, los grupos que te rodean han cambiado, para nosotros además cambió la patria, pues aunque en el fondo del corazón siempre late sangre y alma, hace 14 años decidimos agregarle un poco de cielo azul a esta mezcla y hoy es innegable que palpita roja y blanca tanto como tricolor.

A propósito de colores, es impresionante la forma en que te cambian las sensaciones, o mas bien, lo impresionante es como somos capaces de pintar de un color determinado algo tan frágil y profundo como las emociones, aunque yo desde siempre le he añadido a esta mezcla un toque de sonido creando una particular forma de expresión, y si de eso se tratara, pues tendría que decir que hoy visto de gris y azul opaco. De gris por la tristeza de tu partida, por el silencioso despertar de esta mañana, por lo largos y eternos que se ven los días venideros y la delgada capa que nubla mi visión, y azul por la profundidad del mar y del cielo que hacen perder mis pensamientos en el infinito, sin luz, sin brillo, con la opaca sensación de que esto recién comienza, de que hemos nacido a una nueva dimensión de nuestras vidas, a un mundo paralelo de sensaciones y sentimientos.

Pero claro, como olvidar los sonidos, la música que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, la que nos eleva y reanima o simplemente nos acompaña en silencio... ¿que escucharía en un día como hoy? Muchas cosas se vienen a mi mente, producto de la incertidumbre quizás la gama musical sería incomprensiblemente variada, tal vez como un "Hello GoodBye" de "The Beatles", pero definitivamente profunda como un "Gracias A La Vida" de la gran "Violeta Parra" que con tanto sentimiento interpretó esa negra linda que recién nos dejó, "Mercedes Sosa".

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